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Cada remedio floral de Bach se elabora a partir de flores, plantas o árboles silvestres y se asocia con una emoción o estado mental particular, como el miedo, la tristeza, la impaciencia, la ansiedad, la falta de confianza, entre otros. El objetivo de las Flores de Bach es restaurar el equilibrio emocional y tratar los problemas emocionales que pueden afectar la salud en general.
Para comenzar con este tratamiento el primer paso es que la persona sea honesta y consciente de los sentimientos que está atravesando. Que tenga claro el porque quiere tomar un remedio para lo que le está sucediendo. Estos problemas no son únicamente trastornos emocionales, sino que se puede comenzar el tratamiento para modificar aspectos de la personalidad y aliviar dolores físicos. Ayudan a gestionar las emociones para encontrar una armonía en el día a día y tiene en cuenta tanto los sentimientos pasajeros como los habituales.
Existe una amplia gama de flores adecuadas según el tipo de sentimiento y lo que busca cada persona en específico, pero además todas estas se pueden combinar entre sí dependiendo las necesidades de cada uno. Muchas flores pertenecen al mismo grupo de emociones, sin embargo no producen lo mismo. Los sentimientos buscados varían desde motivación, seguridad, optimismo o confianza entre otros. Cada persona necesita flores específicas que actúan bien sobre sus problemas y puedan restablecer su equilibrio. Para poder definir las flores adecuadas, es necesario del acompañamiento de un terapeuta que pueda ahondar en las emociones más allá de lo consciente.
Las esencias se obtienen cortando las flores y exponiéndolas al sol sumergidas en agua (proceso denominado solarización) o por cocción. De esta forma se vehiculiza parte de la energía, o el código de información de la planta en el agua.
Las flores de Bach son remedios naturales que se pueden administrar tanto a adultos como a niños, así como a bebés, animales y plantas. No hay efectos secundarios y los remedios pueden tomarse por vía oral (goteros) o aplicarse sobre la piel (Rocíos Áuricos y Roll On). Las flores de Bach ayudan al cuerpo a curarse a sí mismo y también ayudan a restablecer el equilibrio en las emociones negativas. Son remedios preparados a base de flores y plantas. Cada flor y planta se utiliza homeopáticamente para tratar un problema emocional diferente. La ingesta de las Flores puede mejorar emocionalmente la vida de las personas y al ser un remedio natural no tiene efectos secundarios ni contraindicaciones en su consumo.
Al contener componentes naturales no tienen materiales que puedan llegar a interferir con el consumo de algún otro medicamento, al igual que este no modifica la eficacia de las flores. Tampoco genera adicciones ni puede provocar sobredosis incluso al tomar un frasco entero. Los medicamentos convencionales actúan más desde el plano de lo físico mientras que las flores de Bach lo hacen más desde lo anímico.
Cuando la persona empieza con el tratamiento, los síntomas emocionales por los cuales comienza a tomar las flores en algunos casos, parece que empeoran ligeramente. Esto es llamado la reacción primaria y apenas dura un par de días. Es muy común que los sueños se vuelvan mucho más intensos en las noches siguientes al comienzo del tratamiento. Durante un corto periodo, la persona puede llegar a ser más susceptible a factores externos. En ocasiones también se producen reacciones físicas como alergias, diarrea o sarpullido en la piel al inicio del tratamiento. Esto se sugiere que es una señal de que el organismo se está limpiando. Es fundamental no cortar el tratamiento, sino continuarlo para lograr con el correr de los días el efecto deseado.